Preguntas frecuentes

Un jamón ibérico deberá pasar aproximadamente de 24 a 36 meses para conseguir una óptima curación, y una paleta ibérica a su vez deberá pasar de 18 a 28 meses en la bodega. Estos tiempos son estimados y varían siempre en función del peso de la pieza, así pues un gran jamón ibérico de 9 kilos puede estar hasta 5 años en la bodega para obtener su óptima curación. De este modo, una vez alcanzada la curación del producto si se deja más tiempo en la bodega se corre el riesgo de que se seque el producto y pierda toda su jugosidad característica.

El jamón ibérico debe conservarse en un lugar fresco y seco. No necesita frío. Una vez empezado se recomienda usar las tiras de tocino que hemos cortado al inicio para cubrir la zona y evitar que se seque y pierda su aroma y jugosidad. Encima de las tiras de tocino puede colocar papel de aluminio o un paño de algodón.

Nuestros embutidos están protegidos por la tripa natural que lo contiene. Pero al ser productos frescos pueden sufrir cambios como la aparición de moho en el exterior (puede limpiar el moho con un paño húmedo), endurecimiento, etc. Siempre debe conservar estos productos en un lugar fresco y seco. Y si la temperatura es superior a 25ºC y no los va a consumir puede guardarlos en el frigorífico y sacarlos el día anterior a su consumo.

Si el vacío está en perfectas condiciones (lo notará porque el plástico está bien pegado al producto), le puede durar entre 60 y 90 días. Debe comprobar de vez en cuando si alguna de las bolsas ha perdido el vacío para consumirla primero.

Si guarda el jamón en la nevera, la grasa se solidifica, y hace las veces de pegamento, por lo que es difícil despegar las lonchas con el jamón frío. Hay un truco en caso de no acordarse de sacarlo con tiempo suficiente de la nevera, y es dejarlo debajo del agua caliente un rato con la bolsa aún cerrada, para que la grasa se licue, y puede separar las lonchas con facilidad.

Estos lomos son elegidos y catalogados uno a uno para que su sabor y calidad sean únicos en cuanto a textura, sabor y olor.

Nuestros productos si son aptos para celíacos. El gluten es una proteína presente en algunos cereales como trigo, cebada, centeno, triticale (híbrido de trigo y centeno) y, posiblemente, avena. Magasan utiliza el sistema tradicional de elaboración de jamones y embutidos ibéricos certificado por la Norma de Calidad del Ibérico, por lo que nuestros productos contienen restos de algunos de estos cereales que forman parte de la alimentación inicial del cerdo ibérico. Pero una vez realizado el despiece los jamones, paletas y embutidos desde que salen de la sal y pasan a secadero y posteriormente a bodega, no se bañan en harinas de ninguna clase. Únicamente se les unta aceite de girasol por el exterior (no entra en el interior).

Entre el 20% (pata) y el 25% (paletilla) del peso de un jamón es hueso. Troceado es un magnífico ingrediente para caldos y cocidos.

Normalmente en una paleta ibérica se aprovecha un 35% del peso de la pieza original, y en un jamón un 45%, por tanto el 65% del peso de una paletilla y el 55% del peso de un jamón corresponde al hueso, pezuña, corteza exterior, y grasa sobrante (grasa que no se come). 

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